3.16.2011

Arenas del Silencio


Ya no había de mucho de que hablar, sustituimos las palabras por miradas de desastre. La escena de alguna pesadilla de alguna calle del centro. Esto ya no tiene remedio.

Fuimos caminando hasta un lugar en el que el viento cortaba las comunicaciones y la garganta estaba tan cansada que por si mismo se cerraba, el espacio era incomodo y sentía como la desilusión se hacía presente.

Ya sentía la derrota al saber que nuestra inocencia se había perdido. Una incisión en el brazo con las tijeras que traía en el abrigo y esto de una vez habría terminado.

El tiempo se hacía eterno, sólo escuchaba como se doblaban mis venas, como crujían mis brazos y quebrándose los dedos. El ambiente era tan incomodo que deseaba ester lejos de ti. Más nunca huí, siempre a tu lado.

La noche nos encontró en medio de un callejón, donde la luna amenaza con romper el silencio, pero el polvo de las casas hace que nos hundamos más en el. Sufro al no poder expresarte nada, sufro al no saber nada de ti. No hay palabras y con cuchillos destrozamos el murmuro de las ventanas.

Al fin del camino y como un martillo a la pared, se hizo la luz en la única casa que quedaba habitada. Y con la única palabra que logré oír de ti, salimos del desierto para entrar al mar.



Una canción que me toca las fibras de mi corazón. Encaja más o menos en mi situación actual. Esto es de Crista Galli, un grupo fenomenal (casi no uso esa palabra), de su álbum homónimo, esto si es genial.


Ilustración de Eve

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