1.18.2011

Annabel Lee


En un tiempo cuando todo era nada, los reyes empezaron a construir en las escarpadas costas. Descendientes de estirpe de señorial de las lejanas costas del otro lado del océano.

Tambores de guerra amenazarían la tranquilidad del mar, la llegada de una princesa de las lejanas playas, acompañada de demonios, desembarcó en la bahía. Aquella mujer que traería con ella las desgracias de los pescadores.

Uno de los más respetables señores, amo de los pescadores, se había enamorado perdidamente de la señora de la calamidad. Le dio todas sus posesiones hasta quedarse en la ruina. Dándole todo su amor, dándole toda su vida.

Pero la calma ya empezaba a terminar, las nubes de tormenta acompañadas de carcajadas acabaron con la paz del pueblo de pescadores. La única culpable fue aquella princesa, desde que ella desembarcó todo en el puerto había empezado a decaer. El señor de los pescadores ya no atendía nada, todo para darle a esa mala mujer.

Un helado día mientras ella caminaba en la escarpada costa, un buen hombre le dio muerte con una bala en el corazón. El señor enloqueció, le habían helado el corazón. La familia de la princesa le dio el funeral más decorado, aunque el señor quedó mudo del dolor, jamás le dejaron ver el cuerpo de la joven. Sólo en su mente recordando todo lo que había pasado con ella y lo que jamás pasó.

"Era mi vida, mi esposa." Decía aquel hombre que perdió la razón al ver la carroza que la llevaría a su morada junto al mar. Quedo sumido en su locura y en la ruina.

Los ángeles le hablaban y los demonios lo guiaban. Siempre estaba en el sepulcro de su princesa. Velando su sueño eterno, hasta que el mar cubriera las escarpada costa y ahogue a su señora.

Pasan tiempos, vienen tiempos. El lugar fue a mejor, la pesca fue abundante y el comercio despuntó. Ya no recuerdan a aquella mujer que los ahogó en la pena, hace muchos, muchos años. Su sepulcro esta ahora bajo el mar, sólo en la marea baja se puede divisar, una cruz escarlata que el coral se ha encargado de pintar junto con los restos de su amante aún sin observar.



Hoy celebro el cumple de don Edgar Allan Poe, ya que nació un día como hoy pero en 1809. Han pasado 202 años y aún sigue vigente el maldito. El titulo es de uno de sus poemas, y fue hecha canción por el Radio Futura, un referente del rock en tu idioma. De su álbum La Canción de Juan Perro. DISFRUTEN!!!!

NOTA: Es la versión en vivo grabada en no se donde pero aparece en el compilado de 2004, Paisajes Eléctricos :P


Fotografía de Caro

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